lunes, 16 de noviembre de 2009
Markus y su voluntad
Markus guardó silencio durante más de cuarenta años porque estaba convencido de la inutilidad de contar lo que había vivido, no porque lo considerara imposible, sino porque, según él, nadie podría comprenderlo adecuadamente, pero se equivocó, Schlomo Finkelstein le enseñó que no somos tan especiales, que la historia se repite una y mil veces, y que no hay forma humana de huir de uno mismo, aunque Schlomo jamás reconociera su existencia, aunque eludiera su responsabilidad, Markus lo eligió a él como la respuesta a sus interminables preguntas, no importaba si aquel tipo era o no Schlomo, porque para él no podía ser de otro modo, sólo podía ser quien creía que era, y nadie más.
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