jueves, 5 de noviembre de 2009

Carta nunca enviada


Carta a los que aún creen, a los que se resisten a juzgar, a los niños que no tienen miedo a ensuciarse, a los padres que sonríen cuando todo parece perdido, a las madres que acurrucan a sus hijos y a los que no lo son, a los pesimistas, a los que no les gusta leer, a los tipos que confían en un extraño, a esa niña pelirroja que asoma por la puerta y me pregunta quién soy, es fácil, respondo, soy amigo de tus padres, he venido de visita, ella sonríe y deja al descubierto un hueco entre sus dientes de leche, no están en casa, contesta, se han ido a dar una vuelta, pero eso es imposible, le digo, quedé con ellos aquí, justo a esta misma hora, la “niña colo”, así es como la llamo, vuelve a sonreír forzadamente, como diciendo eres demasiado tonto para ser tan grande, entonces oigo la voz de Andrés, requiriéndola, la niña da media vuelta con la intención de irse corriendo, pero antes me guiña el ojo y se cuela entre las patas de una mesa, escucho su carcajada alejándose, me quedo allí plantado esperando y por primera vez en mucho tiempo pienso en los cuatro, porque durante algún tiempo fuimos cuatro, le digo, aunque ella ya no esté allí para escucharme, pero no importa, cuando éramos cuatro, sigo diciéndole, nunca perdíamos, todo era posible, no habían muros lo suficiente altos para nosotros, pero por mucho que me esfuerce la “niña colo” ya se ha ido y no puedo decirle que ojalá ella también sea algún día cuatro, que está muy bien eso de ser cuatro, cuatro cenando en un chino, cuatro en bicicleta, cuatro en un pueblo en la montaña, cuatro burlándose de otros cuatro, al fin Andrés y Vicky salen a recibirme, tras ellos, escondida entre sus piernas, la “niña colo”, mi nueva amiga, analiza mis movimientos, estoy feliz de veros, les digo, mis amigos me abrazan y dicen que piensan mucho en nosotros, no en mí, en nosotros, la gente aún no lo sabe pero esta niña va a cambiar el mundo, pienso, esta niña que aún no existe, hará que todos nosotros, incrédulos imperfectos, nos demos cuenta que hay cosas que algún día tendrán que cambiar…

No hay comentarios: