viernes, 13 de noviembre de 2009

9 de noviembre de 1938, Berlin

Me puse detrás de él y mire hacia ambos lados, pero no había nadie. Alcé la barra de hierro y la dejé caer con todas mis fuerzas en la nuca del pobre borracho. Oí crujir las vértebras y cayó hacia delante, fulminado. Solté la barra y contemplé el cuerpo. Luego le di la vuelta y le desabroché la chaqueta. Pasé revista a los bolsillos y me adueñé de su documentación. Se llamaba Markus Vöss, y tal como me había dicho el Falsificador se parecía tanto a mí que hubiera pasado por mi hermano.

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