jueves, 26 de noviembre de 2009

Markus a veces Moshe

La mentira descompone, pensó Markus, te pudre por dentro. Para él cuya relación con las ideas era orgánica, todo eso era irrisorio y de una profunda tristeza. La mera intención de enfrentarse al fracaso, era un acto heroico, algo al alcance de muy pocos. Markus venía del silencio y de la perdida, y en ella encontró el aliciente para una búsqueda que de otro modo no habría sucedido. Convertirse en un hombre de acción era el paso inevitable para conseguir huir de si mismo. Sin embargo Markus no podía más. Estaba agotado. Moshe era demasiado para él. Le dolía todo. Moshe se le subió encima. Lo montó. Lo cabalgó. Markus gimió. Entró en éxtasis, su pasado se adueñaba de sus entrañas, devorándolo todo, maldiciéndolo a él y a todo lo que había construido.

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