lunes, 7 de diciembre de 2009
Cada día entiendo más al viejo
Imagínate apiñado en una barcaza en el Danubio, imagínate protegiendo un mendrugo de pan, resguardándolo de las miradas ajenas, imagina que no te puedes mover, si lo intentas es posible que acabes cayéndote al agua, estás rodeados de desconocidos que a partir de ahora serán tu familia, imagina que cada vez que intentas poner un pie en tierra eres rechazado por una multitud que espera agazapada en la orilla, lo intentas por todas partes, Eslovaquia, Hungría, Austria, Voivodina, pero ninguno de sus habitantes quiere acogerte, estás condenado a errar por las aguas del río hasta que la madera de la barca se pudra.
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