viernes, 30 de enero de 2009

El juego

Bueno, señor/a X, aquí comienza el juego: Imagínese en la habitación de un hotel, aquí, en Barcelona, en la víspera de uno de los conciertos del BAM, usted elige, el grado de intensidad es cosa suya, buena o mala música; sigamos, en la ciudad hay una gran expectación, pero nada que pueda interrumpir su devenir cotidiano, se baña, se peina, se acicala el rostro mientras hace muecas frente al espejo, no está usted en casa de Bea, como creía, ni en casa de los Alcorta, gracias a dios, por una vez ha hecho algo honesto y se ha alojado en ese hotel. Sí, señor/a X ha llegado el momento de olvidar lo que pasó, o sea, lo que usted cree que pasó el 22 de mayo del 2006, aquello que hizo, a la gente que vio, a los tipos/as que se folló, las drogas que se tomó, los lugares que visitó, aquel día, tumbado en la cama del hotel, usted, señor/a X, decidió dar una vuelta por la ciudad, solo, sin la compañía de nadie, lo que oye, a tres manzanas del hotel se detuvo ante un estanco, fue sólo un instante, aligeró el paso, algo le incomodaba pero no sabía el que, desde que había abandonado el hotel siete cámaras de seguridad habían seguido sus pasos, la del Banco Carlton, la de la Direccion General de Tráfico, la del Consulado de Corea, la de la Caja de Ahorros de Alicante, la de la joyería Gaultier, y por último dos del servicio de seguridad de la ciudad. Siete cámaras en apenas ochenta metros. Nadie lo sabía, nadie se daba cuenta, pero usted estaba siendo vigilado (…)

* Fotografía de mi amigo Carlos Weiss (www.kineticform.com)

No hay comentarios: