viernes, 30 de enero de 2009

Burt Munro

Adelante, hazlo. Cómprate una moto y, si puedes, hazla volar. Burt Munro lo hizo. Años viente, un tipo normal toma una decisión extraordinaria: enfrentarse a sus sueños. Mientras el resto de la gente se casaba, compraban casas y las llenaban de niños y niñas encantadores, Munro se dedicaba a perfeccionar una moto Indian de 1920. Día tras día encerrado en un taller con un único propósito: batir el record mundial de velocidad. ¿Un objetivo, una obsesión, un sueño, una manera de vivir, un ejemplo de la voluntad humano o simple tozudez anglosajona? En 1967 Burt Munro dejó su Nueva Zelanda natal destino Bonneville Salt Flats, en Utah, Estados Unidos, donde poco tiempo después batiría el record mundial de velocidad. Nadie hasta el día de hoy ha superado ese record.

*Foto (Burt Munro montando su Indian Twin Scout en 1920)

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