martes, 2 de febrero de 2010

Creo en el misterio de esa mano

Creo en el misterio de esa mano, en la melancolía que desprende, creo en el brazo que la sostiene, en la cabeza que la dirige, en el corazón que la siente, creo en el hombre que aún no he visto, el que va a salvarme la vida, un hombre de la medianía que llega a la gran ciudad deseoso de grandes distracciones, que hace de su vida una aventura, no creo en la añoranza, creo en el presente amargo, en el impetuoso paso de los cazadores, creo en los días cálidos y en la belleza efímera, creo en la mujer que le espera ansiosa, creo en ese instante que sigue al destierro, creo en el lecho desarmado, creo en las pulsaciones de ese hombre al verla a ella, sentada con las piernas cruzadas, anhelando su oportunidad, creo a menudo, y perdonadme mi osadía, en la sangre que vierten los que aman, creo en el misterio de esa mano, en la melancolía que desprende.

*Fotografía de Iván Abreu

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