martes, 25 de mayo de 2010

Gozitian deligths

Le gustaba pensar en sí mismo como un pez, colándose en cuevas ajenas donde la oscuridad parecía recubierta por una fina manta de alegría. Tenía que sentarse y pensar, pensar en todo lo que había ido dejando para mañana. Se echaba hacia un lado y recitaba sus oraciones aunque estuviera demasiado cansado para rezarlas, sólo por el mero hecho de sentir las palabras llenando su boca. "Nunca debería alejarme de este pueblo, decía, pronto llegará el día en que los buenos pescadores me llamen por mi nombre". Sentía todo el peso de su alejamiento, el vasto territorio conquistado sin motivación ni propósitos. Se había aurrinado y con él se había llevado a muchos otros. "No seas idiota -dijo en voz alta-. Y no te duermas. Gobierna tu bote. Todavía puedes tener mucha suerte. Hazlo. Sí, hazlo.