viernes, 9 de julio de 2010

La isla blanca

Una adolescente problemática recién salida del correccional que se acuesta con cualquiera que haya contentado a la muerte. Un moldavo que dice ser ruso porque descubrió su vocación imperialista. Culos y tetas redondos que se muestran con naturalidad. Mujeres rubias y hermosas, ojos azules y piel tostada. Dioses germanos que llegan cabalgando sobre las aguas heladas para tumbarse en la arena hiriente de Iberia. La isla blanca sangrante. Una historia de onanistas, de supremacistas blancos, de sudacas cargados de gloria, del Kalevala, de ojos azules que lloran por la muerte de la belleza del mundo. Una historia que no contiene elementos simbólicos. Que no es ninguna metáfora del mundo. Más bien al revés: El mundo es una metáfora de esta historia.

1 comentario:

espapalagis dijo...

Genial com sempre! Molta sort i una abraçada molt forta!!!