
Falsificador: Cuando estabas matando a ese tipo, te estabas matando a ti mismo.
Markus: No digas tonterías. Aquí me tienes, estoy vivo.
F: A eso le llamas tú estar vivo, mírate.
M: ¿Y tú? ¿Qué me dices de ti?
F: ¿Has venido hasta aquí para hablar de mí? Porque si es así ya puedes dar media vuelta y largarte.
M: No, perdona. Sólo quiero cruzar ese maldito muro, nada más
F: Eso te va a costar dinero.
M: Lo tengo, tengo un montón de dinero.
F: Bien, escúchame, entonces, lo primero que debes hacer es aceptar que no vas a recuperar tu antigua identidad.
M: ¿Cómo?
F: Nunca volverás a ser Moshe Veit, tienes que asumirlo.
M: No lo comprendes, necesito recuperar ese nombre… ¡Maldita sea, soy yo!
F: No, ya no eres tú.
M: (…)
F: Vendí tu identidad.
M: ¿Qué?
F: La vendí.
M: ¿Vendiste mi nombre?
F: ¿Tu nombre? Explícame que significa eso de tu nombre.
M: Nací con él, me pertenece.
F: No me hagas reír, Markus.
M: Soy Moshe Veit, lo puedo demostrar.
F: ¿Ah sí? Me puedes explicar cómo diablos lo vas a demostrar.
M: No lo sé, pero nadie puede desaparecer así como así.
F: No desapareciste, de hecho, existes, pero no eres tú, quiero decir, no en tu cuerpo, existes en el de otro.
M: ¡¿Cómo?!
F: Lo que te quiero decir es que ya existe un Moshe Veit, ya existe un tipo con tu nombre, tu pasado y tu identidad. Sólo puede haber un Moshe Veit en el mundo y definitivamente ese no eres tú.
Markus: No digas tonterías. Aquí me tienes, estoy vivo.
F: A eso le llamas tú estar vivo, mírate.
M: ¿Y tú? ¿Qué me dices de ti?
F: ¿Has venido hasta aquí para hablar de mí? Porque si es así ya puedes dar media vuelta y largarte.
M: No, perdona. Sólo quiero cruzar ese maldito muro, nada más
F: Eso te va a costar dinero.
M: Lo tengo, tengo un montón de dinero.
F: Bien, escúchame, entonces, lo primero que debes hacer es aceptar que no vas a recuperar tu antigua identidad.
M: ¿Cómo?
F: Nunca volverás a ser Moshe Veit, tienes que asumirlo.
M: No lo comprendes, necesito recuperar ese nombre… ¡Maldita sea, soy yo!
F: No, ya no eres tú.
M: (…)
F: Vendí tu identidad.
M: ¿Qué?
F: La vendí.
M: ¿Vendiste mi nombre?
F: ¿Tu nombre? Explícame que significa eso de tu nombre.
M: Nací con él, me pertenece.
F: No me hagas reír, Markus.
M: Soy Moshe Veit, lo puedo demostrar.
F: ¿Ah sí? Me puedes explicar cómo diablos lo vas a demostrar.
M: No lo sé, pero nadie puede desaparecer así como así.
F: No desapareciste, de hecho, existes, pero no eres tú, quiero decir, no en tu cuerpo, existes en el de otro.
M: ¡¿Cómo?!
F: Lo que te quiero decir es que ya existe un Moshe Veit, ya existe un tipo con tu nombre, tu pasado y tu identidad. Sólo puede haber un Moshe Veit en el mundo y definitivamente ese no eres tú.
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