
Lo dice Vila-Matas, no sé si en estado consciente o inconsciente, lo que tengo claro es que acaba de agarrarme de los cojones con la intención de hacer daño, no como un simple juego, sino con el elevado atrevimiento de hacerme pensar. Desde este momento el sentido de la posibilidad de que mi escritura pueda intervenir en lo que vivo ha tomado un cariz definitivo. Por lo que a partir de ahora podré moldear mi vida a mi antojo, sólo tendré que dejar de tener miedo a los viejos que se cuelan en mi casa y a las chicas que dicen saberlo todo sobre cualquier cosa, lo demás vendrá solo.
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